Arterias - Sistema circulatorio

Aorta

Desde su origen en el ventrículo izquierdo hasta su bifurcación en el abdomen, a nivel del cuerpo de la vértebra L4, la aorta continúa sucesivamente como aorta ascendente, arco o cayado aórtico y aorta descendente. Esta última, a u vez, se denomina aorta torácica, la parte situada por encima del diafragma, y aorta abdominal, la parte situada por debajo de éste.

De la aorta ascendente solamente se originan las arterias coronarias derecha e izquierda que se desprenden de ella inmediatamente por encima de las válvulas semilunares. De éstas, la que normalmente irriga mayor extensión del corazón es la izquierda. Es ésta un tronco arterial corto que se bifurca en arteria interventricular o descendente anterior y arteria circunfleja que sigue hacia atrás por el surco coronario. La primera es una rama clínicamente muy importante porque suele ser sitio de trombosis coronaria.





Del arco aórtico se desprenden normalmente tres arterias que, sucesivamente de derecha a izquierda, son: el tronco braquiocefálico, la carótida común o primitiva izquierda y la subclavia izquierda. El tronco braquiocefálico, a su vez, se divide en arterias carótida común o primitiva derecha y subclavia derecha.



Arterias del miembro superior







La arteria subclavia cursa por la base del cuello, pasa entre los músculos escalenos anterior y medio y llega a la axila después de cruzar el borde externo de la primera costilla. A partir de este punto continúa como arteria axilar que, a su vez, continúa como arteria braquial o humeral cuando pasa de la axila al brazo.

El límite entre una y otra lo marca la unión del pliegue axilar posterior con el brazo. En la fosa cubital (depresión situada en la parte anterior del cúbito) la arteria braquial se divide en arterias radial y ulnar. La arteria desciende por la parte lateral del brazo, pasa por el canal del pulso (entre tendones del flexor radial del carpo y del braquirradial) donde suele ser palpado su pulso, cruza por la tabaquera anatómica y, a través del primer espacio interóseo, penetra a la palma de la mano donde termina formando el arco palmar profundo, usualmente anastomosado con una rama palmar profunda de ka arteria ulnar.

La arteria ulnar, por su parte, desciende por la parte medial del antebrazo, pasa con el nervio homónimo por el canal ulnar y termina arqueándose lateralmente en la mano formando el arco palmar superficial. Este arco se sitúa por delante de los tendones flexores de los dedos y se anastomosa con una rama palmar superficial de la arteria radial.

Puede ocurrir que esta anastomosis no se dé, lo cual debe tenerse en cuenta si se va a ligar cualquiera de las dos arterias. Del arco palmar superficial se desprenden la mayoría de las arterias digitales que cursan por los lados de cada dedo.

Arteria subclavia



La arteria subclavia provee ramas que se distribuyen en el cuello, la pared torácica y el encéfalo. Entre las muchas ramas que provee la arteria subclavia se encuentran:

- La arteria torácica o mamaria interna: irriga la parte anterior de la pared torácica y sus respectivos espacios intercostales mediante las arterias intercostales anteriores.

- La arteria vertebral: irriga el cerebelo, el tallo cerebral y el lobo occipital del cerebro y constituye a formar el círculo anterioso del cerebro (de Willis). Esta arteria asciende en el cuello por los forámenes transversarios de las vértebras cervicales, pasa por encima del arco posterior del atlas, perfora la membrana atlantooccipital posterior y penetra al cráneo a través del foramen magno. En la parte anterior del tallo cerebral se unen ambas arterias vertebrales para formar la arteria basilar y, de la división de ésta, se desprenden las arterias cerebrales posteriores

Arterias carótidas común, interna y externa



La arteria carótida común no provee ramas en el cuello; a nivel del borde superior del cartílago tiroideo termina dividiéndose en arterias carótidas interna y externa. Precisamente a este nivel, en el trígono carotídeo, se palpa el pulso carotídeo. De la arteria carótida externa salen gran cantidad de arterias, entre ellas la tiroidea superior, la lingual, la facial (irriga la parte superficial de la cara) y la occipital que irriga parcialmente la parte posterior del escalpo. El pulso de la arteria facial puede ser palpado sobre el borde inferior de la mandíbula, a un dedo por delante del borde anterior del músculo masetero.

Los órganos situados en el cuello como la laringe, la tráquea, la faringe, los músculos y la piel reciben también irrigación de la arteria carótida externa. Existen múltiples anastomosis entre las ramas de ambas carótidas externas lo que hace posible la ligadura de una de ellas (por ejemplo, en caso de epistaxis posterior rebelde o sangrado nasal posterior que no cede al taponamiento).

La arteria carótida externa abandona el cuello y penetra a la glándula parótida; a nivel del cuello de la mandíbula termina dividiéndose en arterias temporal superficial y maxilar. La arteria temporal superficial asciende por delante de la aurícula donde es posible palpar su pulso y se distribuye en la parte lateral del escalpo.

La arteria maxilar recorre la fosa infratemporal, pasa por la fosa pterigopalatina y termina en la cavidad nasal; provee gran cantidad de ramas que se distribuyen esencialmente en la parte profunda de la cara (cavidad oral, cavidad nasal, órbita), como también dentro de la cavidad craneana. Su rama clínicamente más importante es la arteria meníngea media que penetra al cráneo por el foramen espinoso y asciende en la fosa media del cráneo entre el hueso y la duramadre. Su importancia radica en que un trauma en la parte lateral del cráneo puede romper esta arteria y producir un hematoma epidural (entre cráneo y duramadre) con los subsiguientes trastornos motores y sensoriales debidos a la compresión del cerebro.

La arteria carótida interna no provee ramas en el cuello, penetra al cráneo y recorre el canal carotídeo de la parte petrosa del temporal, llega a la fosa media del cráneo y cursa hacia adelante, al lado de la silla turca. Termina dividiéndose en arterias cerebral anterior y cerebral media. La arteria cerebral media irriga los lobos temporal y parietal del cerebro, en tanque que la arteria cerebral anterior cursa hacia adelante en la fosa anterior del cráneo, por debajo del lobo frontal del cerebro al cual irriga. De ellas participa en el círculo arterioso del cerebro (de Willis) la cerebral anterior que se anastomosa con la del lado opuesto mediante una corta arteria comunicante anterior. El círculo es completado por la anastomosis que a cada lado se da entre la carótida interna y la cerebral posterior mediante la arteria comunicante posterior.

Arterias del tórax - Aorta y Torácica





La aorta torácica provee ramas viscerales y parietales para el tórax. La pared torácica está irrigada también por la arteria torácica interna, rama de la arteria subclavia. Son ramas parietales de la aorta torácica las arterias intercostales posteriores III a IX y la arteria subcostal que, a cada lado y conjuntamente con la vena homónima y el nervio intercostal, cursan a lo largo del borde inferior de las costillas. Estas arterias irrigan la parte anterior de las paredes torácica y abdominal y, por los ramos dorsales que proveen, irrigan la parte posterior del tronco, la columna vertebral, la médula espinal y sus meninges. Son también ramas parietales las arterias frénicas superiores que a cada lado irrigan al diafragma. Son ramas viscerales de la aorta torácica las muchas arterias mediastínicas, las bronquiales y las esofágicas.

Arterias del abdomen - Aorta abdominal







La aorta abdominal es la parte terminal de la aorta descendente, desde el hiato aórtico hasta su bifurcación a nivel de la vértebra LIV, a un través de dedo por debajo del ombligo. Provee ramas parietales y viscerales. A cada lado la aorta abdominal provee como ramas parietales las arterias frénicas inferiores y las cuatro arterias lumbares. Su primera rama visceral es el tronco celiaco que emerge por su cara anterior y rápidamente se trifurca en las arterias:

- Gástrica izquierda: desciende a lo largo de la curvatura menor del estómago.

- Lienal o esplénica: cursa hacia la izquierda por detrás del estómago y llega al bazo al cual irriga como también al páncreas y al estómago.

- Hepática común: cursa hacia la dereche en dirección del hígado. A corta distancia de su origen se divide en arterias hepática propia y gastroduondenal. La primera se distribuye en el hígado, la segunda desciende por detrás de la parte superior del duodeno y provee ramas para el estómago, el duodeno y el pánrcreas.

Existen dos círculos arteriales a lo largo de las curvaturas del estómago: el círculo de la curvatura menor formado por la arteria gástrica derecha, rama de la hepática propia, y la arteria gástrica izquierda, rama del tronco celiaco. El círculo de la curvatura mayor se encuentra en el omento mayor, a aproximadamente 1cm de la curvatura, y está formado por la arteria gastroomental derecha, rama de la arteria gastroduodenal, y la arteria gastroomental izquierda, rama de la arteria lienal.

Inmediatamente por debajo del tronco celiaco y también emergiendo por su cara anterior nace de la aorta abdominal la arteria mesentérica superior que se distribuye en el yeyuno-ileón, el ciego, el apéndice y el colon derecho (colon ascendente y la mayor parte del colon transverso). Antes de su bifurcación la aorta abdominal provee la arteria mesentérica inferior que también nace de su cara anterior y se distribuye en el colon izquierdo (parte del colon transverso, colon descendente y colon sigmoideo), como también en la parte superior del recto hasta donde llega como arteria rectal superior.

Para el sistema urogenital la aorta abdominal provee a cada lado las arterias renal y gonadal (testicular u ovárica, según el sexo) que nacen aproximadamente al mismo nivel, por debajo de la mesentérica superior. También reciben irrigación de la aorta abdominal las glándulas suprarrenales. La aorta termina dividiéndose en arterias iliacas comunes derecha e izquierda que, a su vez, se dividen en arterias iliacas interna y externa.

Arterias de la pelvis - Arteria iliaca interna



La arteria iliaca interna provee ramas para las paredes de la pelvis y ramas viscerales para todos los órganos pélvicos: recto, canal anal, útero, vagina, vejiga, próstata, conductos deferentes, partes genitales externas y sus músculos, y piel del perineo. Adicionalmente irriga la región glútea mediante las arterias glúteas superior e inferior que salen de la pelvis hacia esta región por el foramen isquiático mayor.

Arterias del miembro inferior







La arteria iliaca externa sale del abdomen pasando por detrás del ligamento inguinal y llega al fémur donde toma el nombre de arteria femoral. Su principal rama es la arterial femoral profunda que se origina a unos 4cm por debajo del ligamento inguinal e irriga la mayor parte del fémur. La arteria femoral atraviesa el hiato aductor presente en el músculo aductor magno y llega a la parte posterior de la rodilla donde recibe su nombre de arteria poplitea y como tal irriga la región genicular o de la rodilla. En la parte superior de la pierna la arteria poplitea se divide en arterias tibial anterior y tibial posterior. La primera irriga la parte anterior de la pierna y continúa como arteria dorsal del pie o arteria pedia, cuyo pulso puede ser palpado en el dorso del pie, lateralmente al tendón del extensor longo del hálux. La segunda irriga la parte posterior de la pierna, pasa por detrás del maléolo medial y termina dividiéndose en arterias plantares medial y lateral que irrigan la planta del pie.

Conceptos fisiológicos sobre las arterias



La circulación o movimiento de la sangre por los vaso sanguíneos se debe a la acción de bombeo del corazón, ayudada en las arterias por su elasticidad y en las venas por la contracción muscular, los cambios de presión en las cavidades torácica y abdominal, la acción de la gravedad y la disposición de las válvulas.

El volumen sistólico es la cantidad de sangre que expulsa el ventrículo izquierdo en cada contracción. Si se considera que en cada contracción se expulsan 70mL de sangre y el corazón se contrae 75 veces por minuto en condiciones de reposo, por minuto el corazón expulsa 5250mL de sangre. Este valor es el gasto cardíaco y es aproximadamente igual al volumen total de sangre de una persona (5L), lo que implica que cada minuto pasa por el corazón la totalidad de la sangre.

La velocidad con que circula la sangre por los vasos sanguíneos depende esencialmente del calibre del vaso. Esta es mayor en las arterias (500mm/s), menor en las venas (150mm/s) y mucho menor en los capilares (1mm/s), donde prácticamente se estanca la sangre para permitir el intercambio con el líquido intersticial o tisular y las células.

La fuerza con que la sangre choca contra las arterias las hace distenderse y, por su elasticidad, ellas se retraen nuevamente. El pulso arterial corresponde a las ondas de expansión y retroceso en la pared arterial, las cuales pueden ser palpadas aplicando una ligera presión sobre el vaso. Su valor normal por minuto en reposo es de 75; en ejercicio este valor varía según las exigencias del mismo y las condiciones físicas de la persona, pudiendo llegar por encima de 160 pulsaciones por minuto.

La presión sanguínea corresponde a la fuerza con la que la sangre choca contra la pared de un vaso debido a la fuerza con que es expulsada del ventrículo; normalmente se hace referencia a la presión arterial y puede ser medida con un esfigmomanómetro y un estetoscopio. Su valor en el adulto normal es de 120/80 donde el numerador es la presión sistólica (la fuerza con que la sangre choca contra la arteria durante la sístole ventricular), y el denominador es la presión diastólica (la fuerza con que la sangre choca contra la pared de la arteria cuando el ventrículo está en diástole).

La diferencia entre los dos es la presión del pulso. En la presión sanguínea intervienen factores como el volumen de la sangre, el gasto cardíaco, la resistencia periférica (factores que impidan el normal flujo de sangre), la elasticidad de las arterias y la viscosidad de la sangre. Algunos factores involucrados en el aumento de la presión arterial o hipertensión arterial, lo cual se presenta en aproximadamente el 20% de las persona, pueden ser la ateroesclerosis o formación de ateromas que llevan al taponamiento de las arterias, la arterioesclerosis o endurecimiento de la pared arterial que leva a la pérdida de su elasticidad y las lesiones en el corazón, los riñones y las glándulas suprarrenales. Cuando se desconoce la causa o etiología se denomina hipertensión esencial y se presenta en un 90% de las personas que presentan hipertensión.

El flujo de sangre por un tejido puede ser regulado de acuerdo a sus necesidades fisiológicas, principalmente por el requerimiento de oxígeno según el trabajo que vaya a realizar. El organismo cuenta con básicamente tres mecanismo para regular el flujo de sangre hacia los órganos:

- Control químico: las células liberan una sustancia que actúa sobre la pared de los vasos sanguíneos dilatándolos.

- Control nervioso: el sistema nervioso simpático inerva el músculo liso de las arteriolas; el aumento en sus estímulos produce vasoconstricción y la disminución produce vasodilatación.

- Control hormonal: depende de la liberación de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) por parte de la glándula suprarrenal. El efecto es similar al del sistema simpático.


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