Órgano del gusto, la lengua y el habla


Características del órgano del gusto y de la Lengua como tal.

El órgano del gusto corresponde a unas estructuras ovoides, semejantes a un barril, que se sitúan en la túnica mucosa de la lengua, el paladar muelle, la epiglotis y la pared posterior de la faringe; los estímulos son conducidos por los nervios craneales facial, glosofaríngeo y vago.

Los órganos del gusto son los calículos, botones o gemas gustatorias, que se localizan en algunas regiones de la cavidad oral.



Los de la lengua se ubican en las paredes de las papilas linguales fungiformes (se encuentran en los dos tercios anteriores), calciformes o valladas (se ubican en forma de V en el tercio posterior) y foliadas (se localizan en los bordes).

El calículo gustarorio está constituido por epiteliocitos sustentantes, células sensorioepiteliales pilosas, que son los receptores del gusto y células basales.

Las células sensorioepiteliales pilosas se caracterizan por poseer un microvello que asoma por el poro gustatorio del calículo.

La vida promedio de estas células es de siete a diez días y su regeneración se hace a partir de las células basales, las cuales proliferan continuamente.

La sensación del gusto proveniente de los dos tercios anteriores de la lengua es conducida por el nervio facial (VII), la del tercio posterior de la lengua y del paladar muelle por el glosofaríngeo (IX) y la de la faringe y la epiglotis por el vago (X).

El estímulo se produce cuando las sustancias sápidas que se han disuelto en la saliva entran en contacto con el microvello de las células sensorioepiteliales.

Esto se convierte en impulsos nerviosos que viajan por los nervios craneales mencionados y llegan inicialmente al tallo cerebreal, por segundas neuronas al tálamo y por terceras neuronas a la corteza gustatoria situada en el lobo parietal.



Los siguientes son los sabores fundamentales que reconocen los calículos gustatorios situados en la lengua a nivel de:

- Ápex: dulce y salado.

- Bordes: ácido.

- Papilas valladas: amargo.

Toda la gama de sabores que se pueden degustar resulta de la combinación que hace la corteza de estos sabores primarios.

La pérdida total del gusto se denomina ageusia; frecuentemente se presenta parálisis gustativa para ciertos sabores. Se debe recordar que el olfato juega un papel fundamental en la percepción de los sabores.



La lengua


La lengua, en la mayoría de los vertebrados, es un órgano capaz de realizar varios movimientos musculares, y se encuentra ubicada en el piso de la boca. En algunos animales (por ejemplo las ranas) se alarga y se adapta para capturar presas de insectos.

Las lenguas de ciertos reptiles funcionan principalmente como órganos sensoriales, mientras que los gatos y algunos otros mamíferos usan sus lenguas como instrumentos para arreglarse y limpiarse.

En los mamíferos, la lengua ayuda a crear una presión negativa dentro de la cavidad oral que permite la succión, y es un órgano accesorio importante en la masticación y la deglución; también es un gran portador de papilas gustativas y, en humanos, sirve de ayuda para la dicción en el habla.

La lengua de los mamíferos consiste en una masa de músculos entrelazados y estriados intercalados con glándulas y grasa y cubiertos con membrana mucosa.

En los humanos, las puntas y los márgenes frontales de la lengua generalmente tocan los dientes, lo que facilita la deglución y el habla. La superficie superior, o dorso, contiene numerosas proyecciones de la membrana mucosa llamadas papilas.



Las lenguas de los mamíferos, incluyendo por supuesto los humanos, contienen papilas gustativas, que son sensibles a los componentes químicos de los alimentos, y posee glándulas serosas que secretan parte del líquido en la saliva, una sustancia que humedece la cavidad oral y ayuda a lubricar las partículas de alimentos.

La base o porción posterior superior de la lengua no tiene papilas, pero en el tejido linfático agregado (amígdalas linguales) y las glándulas serosas y secretoras de moco sí están presentes.

La superficie inferior de la lengua va desde la punta de la lengua hasta el piso de la boca; su membrana mucosa es lisa, desprovista de papilas y de color púrpura debido a la gran cantidad de vasos sanguíneos presentes.

La raíz, el resto de la parte inferior que se encuentra en el piso de la boca, contiene haces de nervios, arterias y músculos que se ramifican a las otras regiones de la lengua.

Una función importante de la lengua es la sensación de sabor, que se deriva de las células receptoras del gusto ubicadas en grupos dentro de las papilas gustativas en la superficie de la lengua.



En los seres humanos puede haber desde 50 a 150 células receptoras del gusto dentro de una papila gustativa individual.

Las papilas gustativas están inervadas por los nervios que responden a los productos químicos de los alimentos en solución, proporcionando así la sensación de sabor.

Hay cinco sensaciones de sabor fundamentales: salado, dulce, agrio (ácido), amargo y umami (sabroso), que representa el sabor de los aminoácidos.

Cada célula receptora es sensible a un sabor particular, por ejemplo, responde solo a la sal o solo a umami.

El sabor total de un alimento proviene de la combinación de sabor, olor, tacto, textura o consistencia y sensaciones de temperatura.

Las pequeñas papilas gustativas situadas en la superficie superior de la lengua transmiten estas sensaciones de sabor al sistema nervioso.


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